¿Qué protege mi hija o hijo de la explotación sexual en línea?

Algunos ejemplos de conductas que hacen que niñas, niños y adolescentes estén más seguros cuando navegan por Internet son:

Se aseguran de que sus contactos digitales son personas que conocen en la vida real.

Bloquean solicitudes de amistad o personas a quienes no conocen; de esta manera, los extraños no los pueden contactar

Evitan subir a Internet información personal como direcciones, datos de contacto, fotos, nombre del colegio o escuela a la que asisten o actividades que realizan.

Configuran su privacidad para proteger sus datos e información y la de sus amigos.

Reportan a una persona adulta de confianza las situaciones en las que se sienten incómodos, asustados o confundidos y guardan evidencia de la situación.

Evitan las “citas a ciegas”, es decir, encuentros personales con personas que conocen a través de Internet. En caso de que quieran conocer a alguien, lo hacen solicitando apoyo a un adulto de confianza.

Al interactuar en línea, no dan a conocer su nombre o información personal a otros usuarios.

Sólo comparten contenidos con los que se sienten cómodos y están seguros de que los otros también lo estarán.

Se abstienen de abrir enlaces o archivos cuyo origen desconocen o no están seguros.

Deciden no compartir contenido sexual, ni enviar fotos o videos exhibiendo su cuerpo desnudo o realizando actividades sexuales.

Mantienen interacciones amistosas y respetuosas en línea.